La primera OPA a una empresa en la que estés invertido es una experiencia difícil de olvidar. Es muy chula, pero también te deja un sabor agridulce.
Para el que no lo sepa, OPA es Oferta Pública de Adquisición.
Una empresa compra a otra para quedarse con todo el negocio, y sacarla de cotización.
Allá por 2018 yo estaba obsesionado con las small caps. Buscaba empresas pequeñas de calidad, que pudiesen multiplicarse por varias veces.
Pequeñas joyas desconocidas e ignoradas, de las que podría tener más información que el mercado, y beneficiarme de ello.
Por supuesto, esta forma de invertir es arriesgada, y no la recomiendo. Especialmente cuando estás empezando. De hecho, no se la recomendaría a mi yo del pasado, pero creo que es tarde para eso.
Quizás no fueron los mejores años de rentabilidad, pero me hizo aprender a pasos agigantados. Un montón de errores, bajadas al inframundo en cuestión de días… Las small caps son una locura.
Lo bueno de ellas: de tales hostias que te llevas invirtiendo, aprendes contabilidad a marchas forzadas. Al ser empresas más cercanas y acotadas, es mucho más fácil entender su contabilidad y modelo de negocio, y entrar más al detalle.
En este caso por ejemplo, con 7 hoteles en propiedad y en la misma geografía, podía saber el valor que se le daba en el activo, la depreciación y demás información contable. La información se distorsiona mucho si son 10.000 hoteles distribuidos por todas las partes del mundo.
Es interesante mirar este mercado por las posibilidades de inversión que tienes y toda la formación que te va a ofrecer operarlas. Pero no hagamos locuras, si estás empezando o no eres todavía experto en el tema, reduce este universo de inversión a un pequeño porcentaje de tu cartera.
Al ser tan inmensamente grande el universo de cotizadas de empresas pequeñas, me encantaba leer todos los reports de aquellos gestores en small caps que consideraba inteligentes. También hurgar en los archivos de la CNMV para saber qué compraban y vendían estos super inversores.
Una mañana de domingo, como cualquier otra, me topé con un informe de Magallanes Microcap Europe FI en el que mencionaban, entre otras empresas, su nueva posición iniciada en el turismo de lujo, Elegant Hotels
Iván Martín (gestor de Magallanes) es uno de los inversores españoles a los que más admiración tengo. Siempre me gusta escucharle hablar, leer sus cartas a accionistas y trackear sus movimientos de inversión en sus distintos fondos de inversión.
Y gracias a ese párrafo de ese informe, me reservé un pequeño hueco de mi tiempo para analizar esta empresa de hoteles en el Caribe.
Elegant Hotels, pequeña cotizada del turismo de lujo
Elegant Hotels era una pequeña empresa que gestionaba hoteles en las islas Barbados. Gestionaban 7 hoteles alrededor de la isla. Ofrecían casi 600 habitaciones con el modelo de negocio todo incluido (la famosa pulserita). También gestionaban algún restaurante y bares de playa en la isla.
Una empresa rentable, en el nicho del turismo de alto poder adquisitivo. Además estaba bien gestionada. Cuanto más analizaba la empresa, más me gustaba.
Es verdad que era una empresa olvidada, cotizando en los más oscuros recovecos del AIM londinense (Alternative Investment Market). No tenía muchos ojos mirando del inversor retail, pero eso no quisiera decir que esta empresa no tuviese valor.
De hecho, no eran pocas las grandes empresas de gestión hotelera que estaban detrás de ella. Pero de eso hablaremos más adelante. Vamos a empezar por el principio.
Esta es la historia de Elegant Hotels. Salió a cotizar en 2016 a un precio de 100 peniques por acción.
Los ingleses son raros hasta para esto, sus acciones cotizan en peniques en vez de en Libras. En fin, son sus costumbres y habrá que respetarlas.
Esta es imagen tan rara que deja la corta vida de su cotización, desde su salida bolsa hasta su OPA de exclusión:
Como siempre digo, la cotización sigue a los fundamentales. En este caso, también. El año 2017 fue un año difícil para Elegant Hotels.
Se produjo un notorio descenso de turistas en las islas Barbados por el miedo a huracanes que azotaban la región en aquel año. Sus ingresos bajaron de 36 millones de libras a 24. El precio de la cotización le siguió, bajando la cotización de 110 peniques a 70.
La definición de un problema temporal que abre una ventana de oportunidad para los inversores de largo plazo.
Yo llegué más tarde a la partida, y en mejor momento.
En 2018, las ventas ya se había recuperado. Como se puede ver en el gráfico, las acciones reaccionaron, para luego volver a precios deprimidos del año anterior.
Ese fue mi momento de entrada. Compré a unos 82 peniques por acción, pensando que estaba haciendo un gran negocio. Estaba comprando una empresa buena, bonita y barata.
¿Qué pasó después? Te lo puedes imaginar. Automáticamente, como suele ser habitual en mis decisiones de inversión, la cotización bajó de 80 a 75, para luego bajar a 70 y luego a 65.
En aquellos años, pensaba que estaba gafado o que simplemente era estúpido. En la actualidad lo considero normal y ni me preocupa. En fin, en bolsa, la experiencia lo es (casi) todo.
La OPA. Una empresa con muchas novias
Antes de comprar las primeras acciones, ya había rumores de varias gigantes hoteleras con ganas de comprar Elegant Hotels.
Al final era un negocio en una isla del Caribe, con ventajas competitivas y enfocado a un sector de cierto lujo, lo que hacía que sus márgenes fueran mejores. Además, cotizando a precios más que aceptables. Algo normal.
Meliá Hotels, empresa cotizada española, abrió conversaciones en varias ocasiones para negociar la adquisición de la compañía. Se llegó a plantear un precio de adquisición de 107 peniques por acción a finales de 2017.
Pero tras varios intentos, las negociaciones no prosperaron. Todo quedó una vez más en ruido bursátil.
Dos años más tarde, se anunció la aprobación de la compra de Elegant Hotels en diciembre de 2019. Pero no fue Meliá Hotels el afortunado, sino que se adelantó Marriott International.
El precio, 110 peniques por acción, pagado completamente en efectivo. Tras la adquisición, se suspendió la cotización en el AIM de Londres, y se acabó la historia de Elegant Hotels como empresa independiente.
Si hubiese invertido capital y beneficios de la OPA en la empresa adquiriente, tampoco hubiese ido nada mal a día de hoy. Un +150% de revalorización (pandemia de por medio). Marriott es una gran empresa, de la que hablaremos en otro artículo.
Conclusiones
Esta inversión es un ejemplo de libro sobre lo que significa el Value Investing.
Una empresa pequeña, desconocida y poco estudiada. Le afectaba un problema temporal (huracanes), que era solucionable en el largo plazo. Pero el mercado es impaciente, y rápidamente ajusta el precio de cotización abriendo una ventana de oportunidad para el inversor inteligente.
Después, tras el problema solucionado, la acción permanece al mismo precio, por lo que ahí es donde se encuentra la verdadera oportunidad. El problema solucionado, los beneficios a niveles normalizados, pero la cotización todavía como si existiera el problema.
Por supuesto no es todo la panacea. Hay que aguantar mucho tiempo perdiendo dinero y replanteándote si tienes razón o eres un idiota.
Y sobre todo lo más importante de esta disciplina:
Cara de tonto durante más de un año, y toda la rentabilidad de golpe en un día (el momento de la OPA).
Hasta aquí el artículo de hoy. Espero que hayas disfrutado leyéndolo de la misma forma que yo escribiendo. Siempre es bonito recordar inversiones pasadas, especialmente las que salieron bien.
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Muy bueno como siempre.
Gracias!
Simplemente me ha encantado el análisis y tu experiencia